¿Podría haber diferencias de género a la hora de gestionar una pandemia o una situación crítica? Parece ser que sí. Alemania, Islandia, Taiwan, Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda, Dinamarca... se encuentran entre los países que mejor han gestionado la pandemia del Covid-19 respecto al número de contagios, fallecidos y su posterior impacto en la economía. Y todos tienen algo en común: estar dirigidos por mujeres. Está claro que estas líderes han mostrado un estilo diferente a la hora de reaccionar ante una grave crisis sanitaria sin precedentes: todas han comprendido desde el principio la gravedad del problema, ninguna ha minimizado el grave riesgo que conllevaba el contagio masivo de la población y todas han reaccionado de manera temprana adoptando medidas de todo tipo para combatir la transmisión de la enfermedad. Han destacado por una estrategia donde ha prevalecido un estilo de comunicación continuo y fluido, la transparencia y sinceridad, la cohesión social y la acción inmediata, sin esperar la aparición de consecuencias trágicas como acicate para reaccionar, sin medias tintas y sin complejos. La razón podría estar en que, para alcanzar el poder, una mujer debe sortear muchos más obstáculos que un hombre, lo cual redundaría en una mayor capacidad previsora y de resolución de problemas.
Este estilo de afrontamiento ha resultado diametralmente opuesto a la forma de gestionar la crisis por parte de los líderes de países como Brasil, Reino Unido, EEUU o España, donde desde el principio se restaba importancia a la epidemia de forma temeraria o directamente se exhibían actitudes totalmente negacionistas, con el consiguiente riesgo para la población, quizá por el asociacionismo arcaico entre líder y hombre fuerte que se cree inmune a devastadoras epidemias que arrasan países vecinos pero que, por alguna razón inexplicable, pasará de largo y mostrará clemencia en los países que ellos gobiernan. Esto no quiere decir que no haya presidentes hombres que no hayan gestionado bien la pandemia (ahí tenemos por ejemplo al presidente de Corea del Sur o al Primer ministro de Japón, con resultados dignos de alabanza).
(Fuentes: Washington Post, La Vanguardia).
Interesantísimo artículo donde podemos observar los diferentes criterios a la hora de abordar la crisis según el género .
ResponderEliminar